En una temporada plagada de desafíos y decepciones, los Detroit Pistons, una vez gloriosos campeones de la NBA en tres ocasiones (1989, 1990 y 2004), se encuentran al borde de hacer historia de la peor manera posible. Tras sufrir una derrota ante los Utah Jazz el pasado jueves, el equipo suma ya 25 derrotas consecutivas, quedando a tan solo un juego de igualar la marca más desalentadora en una temporada de la liga estadounidense.
La emblemática franquicia, que alguna vez fue sinónimo de éxito y competitividad, ahora se encuentra en una situación humillante y está en riesgo de escribir su nombre en los libros de récords de la NBA por razones no tan gloriosas. La derrota ante los Jazz, un equipo que se encuentra en la zona baja de la Conferencia Oeste, añade un dolor extra a una temporada que ya ha sido dura para los aficionados de los Pistons.
El enfrentamiento del jueves presentaba una oportunidad inmejorable para Detroit. Los Jazz, que jugaron la noche anterior y no contaron con varias de sus piezas clave, incluyendo a su estrella Lauri Markkanen, eran considerados un rival asequible. Sin embargo, los Pistons no pudieron capitalizar la situación a su favor y, para consternación de los 18,000 aficionados presentes en el Little Caesars Arena de Detroit, terminaron abucheados por su propia hinchada.
A pesar de los esfuerzos individuales notables, con Cade Cunningham registrando 28 puntos y 10 asistencias, Jaden Ivey contribuyendo con 24 tantos, y Marvin Bagley III aportando otros 22, el resto del equipo no pudo llegar a la decena de puntos. En contraste, los Jazz tuvieron un rendimiento más equilibrado, con hasta seis jugadores anotando en cifras de dos dígitos, liderados por el pívot Kelly Olynyk, quien brilló con 27 puntos y 6 asistencias.
La situación para los Pistons se torna aún más sombría al ocupar el último lugar en la Conferencia Este con un récord de 2 victorias y 26 derrotas. Su última victoria se remonta al 28 de octubre, y la perspectiva de igualar o superar la marca negativa el próximo sábado ante los Brooklyn Nets pone a Detroit al borde de un récord que ningún equipo desea.
En caso de sufrir otra derrota en Brooklyn, los Pistons se unirán a la selecta lista de equipos que han perdido 26 partidos consecutivos en una misma temporada de la NBA, compartiendo ese dudoso honor con los Cleveland Cavaliers (2010-11) y los Philadelphia 76ers (2013-14).
El desencanto en la voz del joven talento de Detroit, Cade Cunningham, es evidente. «Esta es una historia de la que nadie quiere formar parte. Estoy harto», admitió un abatido Cunningham después del partido. «Tuvimos la oportunidad de ganar en la recta final, pero no fuimos lo suficientemente sólidos».
La situación es aún más desconcertante considerando la apuesta de los Pistons este año al otorgar uno de los mayores contratos de la NBA al respetado entrenador Monty Williams. Williams, subcampeón en 2021 con los Phoenix Suns, fue traído con la esperanza de liderar una reconstrucción exitosa para los Pistons, pero hasta el momento, los resultados no parecen estar a la altura de las expectativas.
La sombra de la historia se cierne sobre Detroit mientras se preparan para enfrentar a los Brooklyn Nets. ¿Podrán los Pistons evitar el triste destino de igualar la peor racha en la historia de la NBA? La respuesta se revelará el próximo sábado en el Barclays Center.