El volante de Sporting Cristal relató por primera vez el calvario que vivió durante su recuperación, cuando una letal bacteria invadió su cuerpo y estuvo al borde de la muerte. Tras 15 meses, volvió a las canchas en medio de lágrimas y emoción.
Yoshimar Yotún no solo enfrentó una de las lesiones más duras en su carrera, sino también uno de los capítulos más dramáticos y silenciosos que ha vivido el fútbol peruano en los últimos años. El capitán de Sporting Cristal reapareció el pasado 30 de julio tras 15 meses de inactividad, pero lo que muchos no sabían es que su regreso fue una verdadera victoria contra la muerte. Una bacteria agresiva, que invadió su rodilla tras una operación, puso en riesgo su vida, su carrera y todo lo que había construido como profesional.
La lesión que lo alejó del fútbol
Todo comenzó en abril de 2024, durante un partido ante César Vallejo por la Liga 1. Yotún sufrió una rotura de ligamentos cruzados en la rodilla izquierda, una lesión complicada que lo obligó a alejarse de las canchas. En ese momento, el diagnóstico ya era preocupante: meses de rehabilitación, pérdida de masa muscular, dolor y frustración.
“Fue una lesión bastante complicada. Hay días buenos y malos. Perdí mucha masa muscular porque no podía pisar. Era desesperante”, recordó Yotún en una entrevista con Horacio Zimmermann.

El día que todo cambió: una bacteria en su rodilla
Cuando parecía que el camino a la recuperación iba por buen rumbo, ocurrió lo inesperado. Estando en casa, compartiendo un almuerzo con su familia, notó que su rodilla estaba mojada. “Me toqué la rodilla y me salía un líquido amarillo. Avisé de inmediato. Luego vinieron las ronchas, la fiebre… y me internaron. Tenía una bacteria», reveló.
Se trataba del estafilococo dorado, una bacteria sumamente peligrosa que ataca tejidos blandos y cartílagos. “El doctor me dijo: ‘Has podido morir’. Esa bacteria te sube al cerebro y ahí quedas. Hay gente que ha muerto por eso”, confesó el mediocampista.
La infección fue tan agresiva que el líquido sinovial de la rodilla se volvió espeso y color chocolate. Pese a los esfuerzos médicos, Yotún perdió todos los avances que había logrado en siete meses de rehabilitación. “Todo lo que gané se fue al tacho: masa muscular, movilidad, fuerza… todo”, lamentó.
Silencio, familia y una recuperación en soledad
Durante ese proceso, Yoshimar eligió el silencio. Ni el club ni él dieron explicaciones públicas, lo que generó malestar en algunos hinchas. Pero hoy, con el panorama claro, entiende las críticas.
“Fue un pedido mío no contar nada. Mi familia y mis hijos estaban primero. El fútbol es mi vida, pero ellos están por encima de todo. Quería estar tranquilo y concentrado en sobrevivir primero, luego en volver”, explicó.
Su círculo más cercano fue clave en la recuperación. “Mi esposa y mis hijos estuvieron conmigo en todo momento. Sin ellos, no lo hubiera logrado”, dijo emocionado.
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Un regreso entre lágrimas y goles
Tras 455 días sin jugar, Yotún volvió al césped del estadio Alberto Gallardo el pasado 30 de julio. Ingresó en el segundo tiempo ante Sport Huancayo y marcó de penal en los minutos finales. La celebración fue conmovedora: corrió hacia la tribuna de Occidente para abrazar a su familia.
“Estoy feliz, muy feliz. Me siento útil de nuevo. Ver todo desde fuera me enseñó muchas cosas. Ahora valoro cada segundo en la cancha”, señaló.

La nueva meta: liderar a Cristal y volver a la selección
Con su retorno confirmado, Yotún apunta a volver a ser protagonista en el Torneo Clausura con Sporting Cristal, que comparte el liderato con Cusco FC. Además, sueña con volver a vestir la camiseta de la selección peruana.
“Quiero ayudar a Cristal y ganarme un lugar. No quiero que me lo regalen. Si el profesor lo decide, ojalá pueda tener más minutos ante Alianza Lima”, expresó con ilusión.

