Aunque aún no da por perdido a Ousmane Dembelé, el Barcelona acoge que la renovación del internacional francés está bastante complicada, luego de la última reunión mantenida con Moussa Sissoko, representante del jugador. Fuentes de la entidad azulgrana confirmaron a EFE que el encuentro, que se celebró este miércoles y en el que se aspira dejar el acuerdo prácticamente cerrado, no se desarrolló tal como esperaban.
Conforme al informe del periodista Gerard Romero, Sissoko cambio el deseo de su representado de cobrar un salario bruto de 40 millones de euros y una prima de restauración de otros 20 millones, cifras muy alejadas de lo que está dispuesto a ofrecerle el Barza que acaba de fichar a Ferran Torres.
El club está decepcionado con la actitud de Dembélé que ha sido más noticia por ir encadenando pequeñas faltas de indisciplina y haberse pasado lesionado la mitad de las cuatro temporadas y media que tiene en el Barcelona que por su rendimiento en el terreno de juego. Sin embargo, la entidad ha decidido convertirlo en la piedra filosofal de su nuevo proyecto.
Su presidente, Joan Laporta, ha dicho de él que es mejor que Kylian Mbappé, y su entrenador, Xavi Hernández, que a sus órdenes podría convertirse en el mejor del mundo en su posición.
Pero, las constantes exigencias de su representante a la hora de reanudar su contrato no concuerdan con el mensaje del delantero francés, que siempre le ha expresado al entrenador y a la dirección deportiva su deseo de continuar en el Barza.
«En estas horas ha iniciado la negociación entre la directiva del PSG y Moussa Sissoko, el agente de Ousmane Dembélé», señaló Mundo Deportivo después de conocerse que el delantero francés se aleja del Camp Nou.