Regreso de Ibrahimovic
Uno de los principales eventos del torneo clasificatorio para el Mundial tuvo lugar en Estocolmo, donde Zlatan Ibrahimovic disputó su primer partido con la selección nacional desde junio de 2016. Luego que Tre Kronur perdió ante los belgas en el Campeonato de Europa, tras lo cual el legendario delantero anunció el final de sus actuaciones con la selección nacional. Recientemente, sin embargo, el jugador encontró un segundo aire y decidió que podría ser útil para sus compatriotas y para el entrenador en jefe Janne Andersson.
El mentor no se anduvo con rodeos, sino que inmediatamente puso al delantero en la alineación titular para el partido con Georgia, lo que le ayudó a convertirse en el futbolista más veterano de la historia de la selección sueca (39 años 173 días). Según este indicador, Ibrahimovic pasó por alto a Thomas Ravelli (38 años 60 días). Y ya en el minuto 35, Zlatan estuvo marcado por una acción productiva. El delantero realizó un pase espectacular desde el aire y asistió al centrocampista del Krasnodar Viktor Klasson.
Fracaso de España
La principal sensación de la jornada tuvo lugar en Granada, donde la selección española perdió puntos en el enfrentamiento con la selección griega. Las arremetidas de Luis Enrique tenían una ventaja territorial y de juego colosal: superaron a sus oponentes en posesión del balón casi cuatro veces (79,9% – 20,1%) y lanzaron nueve veces más tiros a puerta. Sin embargo, el encuentro terminó con un marcador de 1: 1, y la «furia roja» no pudo lograr ganar el cuarto de los últimos cinco partidos. Antes de eso, perdieron ante Ucrania, empataron con Holanda y Suiza, pero derrotaron a Alemania (6: 0).
Thriller en Budapest
El más emocionante fue el enfrentamiento entre las selecciones de Hungría y Polonia, que tuvo lugar en el Puskas Arena. En el minuto 52, los ex oponentes de la selección rusa en la Liga de Naciones se aseguraron una cómoda ventaja: Roland Schallai y Adam Salai marcaron alternativamente. Puede parecer que el resultado es una conclusión inevitable, pero el mentor de los invitados, Paulo Sousa, mostró un talento como entrenador y al mismo tiempo liberó a Krzysztof Piatek y Kamil Yuzvyak en el campo. Y ya dos minutos después, ambos tenían un gol en su activo. Además, Grzegorz Krychowiak participó activamente en el primer ataque efectivo.
Los adversarios no se detuvieron ahí y volvieron a molestar a los porteros antes del pitido final. Un preciso cabezazo de Willie Orban por segunda vez llevó a los húngaros por delante, pero cuatro minutos después Robert Lewandowski restauró la paridad. Teniendo en cuenta las actuaciones del club, el delantero del Bayern se distinguió en el noveno encuentro consecutivo.
Es de destacar que en toda la historia las selecciones nacionales de Hungría y Polonia han compartido puntos solo una vez: en marzo de 2003, las selecciones nunca anotaron en la clasificación para el Campeonato de Europa. Además, anotaron más de seis goles solo una vez cuando se enfrentamiento cara a cara entre los equipos. En mayo de 1987, los magiares se hicieron cargo con una puntuación de 5:3.