En una sorprendente decisión que ha sacudido el mundo del fútbol, la FIFA ha anunciado cambios significativos en la organización de los Mundiales Sub-17 tanto masculino como femenino. Desde el 2025, estos torneos se disputarán de manera anual, rompiendo así con la tradición bianual que ha caracterizado a estas competiciones desde sus inicios.
Este anuncio llega justo antes del 74° Congreso de la FIFA, donde se discuten importantes aspectos relacionados con el futuro del deporte rey. La Copa Mundial de Fútbol Sub-17, un evento que ha sido históricamente un semillero de talentos y emociones, verá una transformación radical en su estructura y frecuencia.
Una de las decisiones más destacadas es la elección de sedes fijas para los próximos años. Qatar albergará el torneo masculino hasta el 2029, mientras que Marruecos será el anfitrión de la competición femenina en el mismo período. Esta medida busca proporcionar estabilidad y garantizar la organización eficiente de los eventos, aprovechando las infraestructuras existentes en dichos países.
Pero los cambios no se limitan solo a la frecuencia y las sedes. La FIFA también ha decidido ampliar el número de participantes en la Copa Mundial de Fútbol Sub-17 masculina, pasando de 24 a 48 selecciones. Este aumento en los cupos tendrá un impacto significativo en los torneos clasificatorios de cada confederación, que ahora deberán adaptarse a la nueva realidad de una competencia más amplia y competitiva.
Por otro lado, el campeonato femenino también experimentará cambios, con un aumento en el número de selecciones participantes, pasando de 16 a 24 equipos. Esta expansión refleja el crecimiento y la popularidad del fútbol femenino en todo el mundo, así como el compromiso de la FIFA de promover la igualdad de género en el deporte.
En un comunicado oficial, la FIFA explicó que esta decisión fue el resultado de un proceso exhaustivo de evaluación y consulta, con el objetivo de mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de las competiciones. Se destacó especialmente la importancia de aprovechar las infraestructuras futbolísticas existentes en las sedes designadas, garantizando así un impacto positivo a largo plazo en las comunidades anfitrionas.
Este cambio de rumbo también ha tenido repercusiones en decisiones previas de la FIFA, como la elección de la sede del Mundial Sub-17 del 2023. Inicialmente otorgada a Perú, esta designación fue modificada debido a preocupaciones sobre la infraestructura, pasando finalmente a Indonesia, que se convirtió en el anfitrión del torneo que culminó con el triunfo de Alemania.
En el contexto de la historia de los Mundiales Sub-17, esta competición ha sido testigo del ascenso de nuevas potencias futbolísticas y ha proporcionado una plataforma para que jóvenes talentos demuestren su valía en el escenario mundial. Equipos como la Selección Peruana han dejado su huella en el torneo, con destacadas participaciones que han capturado la atención de los aficionados de todo el mundo.
El debut de Perú en el Mundial Sub-17 en 2005, donde tuvo el honor de ser el país anfitrión, marcó el inicio de una emocionante travesía en la historia del fútbol juvenil. A lo largo de los años, la Selección Peruana ha logrado consolidarse como un competidor respetado en esta categoría, alcanzando hitos como su clasificación a los cuartos de final en el torneo disputado en Corea del Sur en 2007.
En resumen, la decisión de la FIFA de convertir los Mundiales Sub-17 en eventos anuales representa un cambio trascendental en el panorama del fútbol juvenil. Con sedes fijas, una mayor cantidad de equipos participantes y un compromiso renovado con la equidad de género, estas competiciones prometen ofrecer emociones y oportunidades sin precedentes para los futuros talentos del deporte más popular del mundo.